Industria 4.0 significa la promesa de una nueva revolución industrial
Desde la segunda mitad del siglo XVIII, las revoluciones industriales marcaron un antes y un después en cuanto al proceso de transformación económica, social y tecnológica de cada época. Actualmente, en la primera mitad del siglo XXI, estamos atravesando la cuarta revolución industrial o industria 4.0.
El concepto de industria 4.0 expresa la idea de un mundo que se encuentra dentro de los paradigmas de la cuarta revolución industria. Tras el desarrollo de la máquina de vapor y la mecanización; el desarrollo de la electricidad para fines domésticos e industriales, y después de la automatización, la nueva industria 4.0 estará sustentada por la llamada fábrica inteligente.
Bajo esta línea, esta fábrica se caracteriza por la interconexión de máquinas y de sistemas en el proceso de producción, así como por un intercambio de información con el exterior, con un nivel de oferta y demanda de mercados, clientes y competidores. Este nuevo concepto de industria 4.0 fue acuñado por primera vez en la Feria de Hannover, salón de la tecnología industrial en 2011.
Los elementos esenciales en el modelo de negocios de la industria 4.0 son la evolución de los ámbitos del consumo, la creciente demanda de consumo y la búsqueda continua de innovación. En este sentido, la industria 4.0 se basa en la implementación del Internet de las Cosas (IoT), big data, robótica, inteligencia artificial, tecnologías cognitivas, nanotecnologías, computación cuántica, wearables, fabricación aditiva y materiales avanzados.
Esta nueva revolución industrial combina técnicas avanzadas de producción y operaciones con tecnologías digitales inteligentes en función de crear organizaciones digitales interconectadas, autónomas y comunicadas. Estas organizaciones, a través de su incursión en la industria 4.0, podrán analizar y usar datos para tomar decisiones e impulsar acciones inteligentes en el mundo físico.
Según Deloitte, la industria 4.0 está cambiando la forma en que funcionan las empresas y, por ende, las apuestas por las que se ven obligadas a competir. Hoy en día, las organizaciones de todo el mundo deben decidir cómo, cuándo y dónde invertir en nuevas tecnologías, así como identificar cuáles podrían ayudar más de acuerdo con las necesidades del negocio.
En este contexto, los líderes de organizaciones quienes están acostumbrarse a las comunicaciones y procesos tradicionales, el acceso a los datos e inteligencia en tiempo real que habilita la industria 4.0 transformará de pies a cabeza la forma de llevar sus negocios. Asimismo, el acceso en tiempo real a los datos y la inteligencia está impulsado por el flujo continuo y cíclico de información y acciones entre el mundo físico y el mundo digital.
Dicho flujo se produce a través de una serie iterativa de tres pasos, conocidos como el bucle de físico a digital a físico. Este proceso se logra gracias a que la industria 4.0 combina tecnologías físicas y digitales que incluyen análisis, fabricación aditiva, robótica, computación de alto rendimiento, procesamiento del lenguaje natural, inteligencia artificial y realidad aumentada.
- De lo físico a lo digital: capturar información del mundo físico y crear un registro digital a partir de los datos físicos
- De lo digital a lo digital: compartir información y descubrir conocimientos significativos a través de análisis avanzados, análisis de escenarios e inteligencia artificial.
- De lo digital a lo físico: aplicar algoritmos en función de traducir las decisiones del mundo digital en datos efectivos. Esto para estimular la acción y el cambio en el mundo físico.
Retos de la industria 4.0 a nivel global
La industria 4.0 va más allá de una nueva etapa industrial e implica una transformación de todo tipo: económica, política, social, cultural y hasta cognitiva. Bajo esta línea, dicha transformación debe garantizar el desarrollo de nuevas habilidades y perfiles asociados al uso de las nuevas tecnologías. Diversos expertos coinciden en que es vital considerar tres elementos en función de llevar a cabo con éxito la transformación hacia una industria 4.0: agenda digital, cultura digital y formación y capacitación.
Agenda digital
Entre los retos que presenta la industria 4.0 a nivel global se encuentra que los líderes empresariales y gubernamentales den relevancia al avanzado desarrollo tecnológico de la actualidad, así como a las implicaciones de la industria 4.0 para ponerlo como prioridad en la agenda.
Bajo esta lógica, la importancia de una agenda digital a nivel empresarial y de gobierno supondrá un paso importante en función de implementar políticas públicas en pro al desarrollo científico, tecnológico y la innovación.
Cultura digital
Entre los fundamentos de la industria 4.0, la interconexión de todos los sectores e industrias es tal vez el más importante. En ese sentido, esta interconexión comienza con el Internet de las Cosas, la robótica colaborativa, inteligencia artificial, realidad aumentada, computación en la nube, entre otros. Con todas estas opciones, es necesario considerar los riesgos y beneficios asociados a la transformación hacia la industria 4.0.
Asimismo, estas consideraciones deben tomar en cuenta aspectos como el marco jurídico y normativo, aspectos éticos, sociales, culturales y políticas. Por ejemplo, la protección y tratamiento de datos personales, la privacidad del usuario y el derecho al olvido.
La cultura digital en una organización es un factor determinante con respecto a su operación y crecimiento. Así, la manera de adoptar de forma responsable nuevas tecnologías dependerá de impulsar una cultura de higiene digital. Esta higiene digital debe ocuparse de fomentar de manera transversal el cuidado y protección de la confidencialidad, integridad y disponibilidad de los datos de una organización.
Formación y capacitación
La pérdida de puestos de trabajo y el desplazamiento del recurso humano por máquinas cada vez más inteligentes y productivas son dos de los desafíos más fuertes de la industria 4.0. No obstante, como aconteció en las tres revoluciones industriales previas, la demanda de algunos oficios y profesiones disminuyó, pero, al mismo tiempo. otras surgieron.
La industria 4.0 involucra desde su inicio a personas, productos, servicios, máquinas y procesos, así como la adecuada incorporación de tecnología a sus sistemas productivos y operacionales. De esta forma, es importante desarrollar nuevas competencias técnicas y analíticas que complementen los puestos de trabajo que ya existen y modelen nuevos perfiles de negocios.
En este punto entra la EdTech o educación disruptiva, respondiendo a las necesidades de digitalización e interconexión de todos los sectores. Esta metodología de la Educación 4.0 es de interés al verla como instrumento para la formación de profesionales con perfiles innovadores, nuevas habilidades y competencias asociadas a las tecnologías.
El panorama de México en la industria 4.0
De acuerdo con u-GOB Lab, para México la industria 4.0 representa un factor clave para la adopción tecnológicos en varios sectores, incluido el productivo. Asimismo, es una aliada importante para el gobierno, en función de acortar las brechas tecnológicas y digitales del país, así como para detonar los modelos de desarrollo industrial.
En este sentido, el Colegio de México (COLMEX) realizó el evento “Retos y beneficios de la industria 4.0 en México”, en el cual estableció que México ocupa un lugar protagónico en la transformación de la producción y crecimiento económico. Asimismo, se reconoce a México a la vanguardia de la industria 4.0 en Latinoamérica, según Deutsche Messe.
Coincidiendo con lo dicho en el encuentro, el medio especializado Mexico Industry indicó que para 2020 México ya se encaminaba a ser el líder de la industria 4.0. En este sentido, el país tiene grandes ventajas como el capital demográfico de población joven, capacidad exportadora y avanzados procesos de transformación digital en el sector manufacturero.
No obstante, México está en riesgo de avanzar demasiado lento en la transformación a la industria 4.0: en perspectivas de Deloitte, aunque la manufactura en México ya es competitiva por los bajos costos de la mano de obra, llegará el momento en que disminuya el precio de las tecnologías digitales y se extienda su implementación.
De esta manera, inevitablemente, se tendrá que sustituir a una parte del capital humano e integrar sistemas de producción más avanzados. Ante este panorama, la formación y capacitación profesional se vuelve primordial para una transición tranquila hacia la industria 4.0.
Por ejemplo, el sector automotriz en México es una de las industrias que más se ha transformado a la industria 4.0, pero hace falta talento especializado que ayude a la implementación y desarrollo de las más innovadoras tecnologías. Actualmente, insiste Deloitte, México no cuenta con suficientes especialistas para cubrir la demanda, reduciendo así las oportunidades de inversión.
Por otro lado, según datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), México enfrenta el reto de la conectividad. En este sentido, el país cuenta con un rezago importante en cuanto a la implementación del Internet de las Cosas, siendo que solo se registran dos dispositivos conectados por cada 100 habitantes, el nivel más bajo de los países miembros.
Esto representa un grave problema para la manufactura 4.0, pues sin la suficiente información recopilada, por ejemplo, por el big data, no se podría explotar el estudio de patrones de demanda para el cálculo de la producción, una de las principales características de la industria 4.0.
De acuerdo con un estudio de Panduit, en el contexto de la pandemia de Covid-19, las compañías mexicanas que decidieron migrar a la industria 4.0 registró un incremento del 35 por ciento. En este sentido, digitalizar al producción de diversos sectores e industrias se ha vuelto prioridad ante una realidad tan cambiante como la actual.
Fabricantes y productores mexicanos ven los beneficios de la implementación de la industria 4.0 en términos de costos más bajos, eficiencia mejorada, mayores rendimientos, personalización masiva y nuevos ingresos y modelos de negocios.
Entre las industrias con mayor adopción de la industria 4.0 en México destacan el sector automotriz y aeroespacial, farmacéuticas, alimentos y bebidas, metalurgia, vienes de consumo de rápido movimiento, industria química y maquila electrónica. Asimismo, el mismo estudio sugiere que las regiones con mayor crecimiento en cuanto a industria 4.0 en México en 2020 fueron el corredor del Bajío y Guadalajara, Jalisco; Monterrey, Nuevo León; Tijuana, Baja California; Ciudad Juárez, Chihuahua; Hermosillo, Sonora y el Estado de México.
Finalmente, expertos coinciden en que las principales inquietudes de las organizaciones en cuanto a la incorporación a la industria 4.0 son el garantizar la continuidad de sus negocios remotamente, contar con capacitación de personal para el entendimiento de nuevas tecnologías, así como mantener la seguridad de toda la cadena de negocio.