La diferencia entre cliente y consumidor es que el primero nos elige con frecuencia, el consumidor satisface una necesidad naciente y termina su relación.
Al emprender un negocio, ya sea vender un producto u ofrecer un servicio, nos daremos cuenta que no todas las personas o empresas que interactúan con nuestra marca son iguales en cuanto a hábitos de compra.
Es cierto grupo de entre el público, el que nos representa ingresos constantes.
Ciertos comportamientos como la frecuencia con la que compran nuestro producto o la cercanía con la que se relacionan a nuestro negocio, nos darán pistas para distinguir entre un cliente y un consumidor. Para entender mejor esta clasificación vamos a delimitar los perfiles de cada uno.
Un consumidor, es aquella persona o asociación que adquiere nuestro producto en base a una necesidad inmediata.
Poco o nada se identifica con nuestra marca, de hecho, esto le es irrelevante; la eligió de forma urgente, sin reparar en cuestiones muy profundas. Puesto a que consume cierto producto de manera ocasional o esporádica, no existe una frecuencia en sus interacciones con nuestro negocio.
Es importante para este perfil que los riesgos de compra sean mínimos, pues hacen sus elecciones de acuerdo a factores como economía o cercanía.
Ofertas y beneficios son elementos que los consumidores toman en cuenta antes de concretar sus compras.
Un consumidor, es aquella persona o asociación que adquiere nuestro producto en base a una necesidad inmediata.
Un cliente es la persona o empresa que elige adquirir nuestros productos o servicios deliberadamente. Sus juicios a partir de sus experiencias de compra le han hecho saber, creer y sentir que somos la mejor opción para cubrir sus necesidades.
El cliente frecuenta nuestra marca, o la ha frecuentado en el pasado. Se siente identificado con ella y la ha elegido por diversas razones.
El cliente frecuenta nuestra marca, o la ha frecuentado en el pasado. Se siente identificado con ella y la ha elegido por diversas razones.
Clase social, estilo de vida, gustos o afinidades pueden hacer a una persona o empresa, propensos de convertirse en clientes para nuestro negocio. Por lo tanto, un cliente potencial es aquel sujeto o entidad que reúne ciertas características qué podrían inclinarlo a consumir nuestro producto.
Realizó su última compra hace mucho tiempo. Quizás le fallamos la última vez, puede ser que ya no necesita el producto o tal vez eligió irse con la competencia; habrá que encontrar la forma de recuperarlo dándole un trato prioritario y haciéndole ver los beneficios que tendría al volver a elegirnos. Conocer las razones de su negativa también puede ayudarnos a entender como mejorar nuestro proyecto. Esto sería posible través de un estudio de mercado.
Ha hecho su última compra hace muy poco tiempo, o está pensando en hacerla. Su fidelidad a nuestra opción se mide por las veces que nos ha elegido en un lapso de tiempo determinado. El propósito es mantener a este cliente satisfecho con nosotros
La diferencia entre cliente y consumidor debe ser un concepto que quede claro para los distintos actores en la organización por ejemplo los encargados del servicio al cliente, los representantes de venta y por su puesto al personal encargado de generar estrategias.
Un cliente nos visita, interactúa y elige con frecuencia, por lo tanto representa ingresos constantes.
Según la clasificación cliente/consumidor comprendemos que, para aumentar el valor de nuestra marca y tener éxito en nuestro negocio es más importante tener clientes que consumidores.
De acuerdo con esta publicación de shopify sobre los perfiles de consumidores, estos pueden ser identificados a través de algunos datos de primera mano, estos datos son generados al momento de realizar una transacción.
Una buena práctica es agrupar los consumidores de características similares para después generar un perfil que lo describa de manera detallada.
Los estudios de mercado sirven para encontrar a nuestros clientes potenciales de acuerdo sus perfiles. A partir de ello es posible desarrollar estrategias de marketing para convertir a los consumidores esporádicos en clientes activos, seguir manteniéndolos satisfechos (Para más sobre conocer la satisfacción del cliente a través de un estudio NPS en esta página) para que no tengan motivos de irse con la competencia, o traer de vuelta a nuestros antiguos clientes.
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